Entre la autonomía y la independencia: el conflicto del
pueblo-nación Vasco.*
Miguel Muñoz
El presente ensayo, aborda el conflicto del pueblo vasco de
manera general, un estudio de la complejidad que entreteje la cuestión de la identidad vasca,
los problemas que éste enfrenta cuando se trata de definir lo que es ser vasco, y hasta donde se limita tal
postura cuando hablamos de derecho
internacional y fuerzas políticas globales.
I.
El pueblo vasco, o como lo llaman los vascos: Euskal Herria,
se localiza al norte de España y de
Francia. Históricamente los Euskeros o
Euskaldinos, son parte de una cultura milenaria que se desarrolló en la
región desde hace más de 20 mil años. La
lengua Euskera no pertenece al grupo lingüístico indoeuropeo, ni tiene afinidad filológica con alguna otra
lengua de Europa o Asia. No hay registro, ni arqueológico ni histórico, que remita alguna relación de
los Vascos con los Celtas, Germanos, Bretones, Romanos, Griegos o alguna otra
cultura histórica de la región europea.
Los
registros de pinturas rupestres en la región de Euskadi, señalan que en éste
lugar se desarrollaron las primeras formas de expresión cultural, que sólo pudieron ser producto de una cultura
desarrollada que tenía lengua y organización social compleja. Por lo que se
deduce que el Euskera es una lengua originaria-autóctona y no producto de uniones filológicas como es el latín, el
castellano y otras lenguas romances.
II.
El pueblo vasco ha pasado por
históricos momentos que han ido
afectando y modificando la fórmula de
vida de los Euskeros. Considero que abarcar cada uno de éstos hechos
me alejaría del punto que interesa en el presente artículo, solo me abocaré
a hablar del País Vasco del Siglo
XX, y para ser más preciso, hablar del
proceso de formación de identidad autonómica e independentista del pueblo vasco a partir de los años 60’ y 70’, y posteriormente los
efectos y las condiciones a las que
ahora está sometida la nación vasca en relación a las nuevas formulas del
capitalismo neoliberal, impulsado por la
Unión Europea.
Euskadi
está situado entre dos Estados Nacionales: el español y el francés, por lo que
los vascos se enfrentan y se someten a
dos formas organizativas diferentes, que los mantienen sin reconocimiento de la condición de pueblo vasco, sin acceso a
ningún ámbito internacional como nación vasca, que los limita política y
económicamente, que segrega, dispersa y reduce.
Durante
la Guerra Civil española, Euskadi fue
escenario de constantes luchas contra el ascenso del fascismo. Gernika como ejemplo de ello. Posteriormente durante
el Franquismo, los vascos mantuvieron una resistencia política
y social, la consecuencia fue el
endurecimiento del terrorismo de estado, contra las minorías lingüísticas y étnicas,
y siendo los vascos una minoría autóctona1 fueron aun mas
violentados por el franquismo.
A
pesar de que se intentaron varios procesos de pacificación durante la dictadura
de Franco, ninguna conducía a otorgar la autonomía suficiente para ello, siempre se daba prioridad a los intereses del Estado español. En 1931 se
proyectó un Estatuto de autonomía para las regiones vascas y en 1936 se aprobó dicho estatuto, pero nunca lo respetó el Estado Español. La
iniciativa se vio opacada por el inicio de la Guerra Civil Española y fue hasta 1979, terminada la dictadura y
con los procesos democráticos, cuando se dictó un nuevo estatuto de autonomía.
Sin embargo, para este momento el escenario político y social de Euskadi, había
girado de manera radical, ya que se habían formando
nuevos agrupamientos políticos de diversas tendencias: nacionalistas,
socialistas, radicales, derechistas, entre otros. Además de que nueve años
atrás se había dado a conocer el grupo ETA (Euskadi Ta Askatasuna), en un
principio de carácter revolucionario y por la independencia de Euskadi.
ETA impulsó junto con bases populares,
iniciativas que iban más allá de la
autonomía, y luchaban por reivindicaciones con las que se identificaba el
pueblo euskero, pero posteriormente y a causa de las rupturas internas por
posturas políticas diferentes, ETA se convirtió en un grupo armado catalogado como terrorista, y
que en la práctica frenaba el avance del proceso autónomo vasco.
III.
En el contexto internacional, los
vascos no son el único pueblo-nación que se ve sometida al interés de un
Estado-Nacional como el Español.
El
caso de los Flamencos y Valones en Bulgaria; los escoceses en el Reino Unido; los diversos grupos
Étnicos agrupados en los cantones de Suiza y los Landers en Alemania, entre muchos
otros, recuerdan constantemente que Europa está constituido por pueblos étnicos
diversificados y de ellos emana el
origen de los estados-naciones que hoy los someten. España no es un caso aparte; los gallegos,
catalanes, gitanos, vascos, navarros y otros, son naciones históricas que han
dado mucho para la formación de
identidad de lo español, y ésta
característica es precisamente la que intenta borrar el Estado-Nacional Español
y la Unión Europea cuando reduce la
multiculturalidad y plurinacionalidad en
Europa, con la creación de un Estado-Nacional único y no uno plurinacional.
Sin embargo, en Europa los Estados-Nacionales a razón de la organización de los pueblos- nacionales ha empezado a atender la cuestión étnica de
su región, partiendo desde las particularidades culturales históricas, esto se
ha dado en algunos lugares donde hay autonomías de los pueblo-nacionales, con relación al
Estado-Nacional, en algunos ha
funcionado y hasta existe constitucionalmente el reconocimiento de la lengua oficial
de algunos pueblos de Europa. Por
supuesto este no es el caso de
los Vascos.
IV.
Como ya se mencionó más arriba, Euskadi abarca territorio tanto del Estado español
como del francés. Esto hace más complejo
encontrar una solución al conflicto.
En
Francia, en la práctica los vascos no
tienen el reconocimiento ni como pueblo vasco, para el Estado son franceses
como el que nace en París o Lyon.
Están
reconocidos como una minoría
cultural pero no lingüística,
esto les permitió ganar derechos políticos para
generar fórmulas de gobierno en las regiones asignadas por el gobierno
francés pero como “territorio francés”
de grupos diferenciados con nacionalidad francesa.
Esto
posibilitó que, por ejemplo, en Iparralde (País Vasco francés) localidad con
260 mil vascos, fueran representados legalmente por un alcalde vasco-francés en
el parlamento. Sin embargo, este acuerdo se minimiza cuando el alcalde es nombrado
por éste. Hecho contraproducente, ya que
el asignado es comúnmente una persona identificada con los intereses del Estado
francés, y no con el pueblo vasco. Un ejemplo de ello, es que en Francia al
igual que en España la lengua oficial es sólo una y es la que practica la
mayoría nacional. Lo que afecta la posibilidad de la enseñanza del Euskera y
por lo tanto condena a desaparecer a la cultura vasca, minimiza la
participación política de los vascos y demerita el interés por proteger la lengua más antigua de Europa, según
algunos filólogos.
Con
la creación de la Unión Europea se pensó que con la supresión de las fronteras políticas en
Europa, se crearía un ambiente de libre tránsito a los ciudadanos de los
Estados que integran la Unión, y así sucede efectivamente. Sin embargo, para
los vascos no es el caso, esto limita su capacidad de desarrollo.
El
caso español es aún más complejo. Trataré de abordar las generalidades del
asunto.
El
Estado español vuelve su mirada un tanto nublada hacia Euskadi, después de la
muerte de Franco.
Como
parte del estatuto de Autonomía de 1979, se da una evolución del sistema
parlamentario en el País Vasco y los partidos políticos del Estado español
empiezan a impulsar una incursión, al recién creado parlamento vasco con
agrupamientos políticos, como el Partido Socialista de Euskadi, brazo político
del PSOE en Euskadi. De igual manera se reafirma la identidad vasca del Partido
Nacionalista Vasco, de Herri Batasuna, Euskal Herriatarroak, Arbetzaleen
Batasuna y otros más como parte de la izquierda Arbetzale o Ezker Arbetzalea. Esto
indica una importante participación de ciudadanos vascos en otra forma de
lucha, la plataforma política permitiría acercar al pueblo vasco a una aspiración en común: la
autodeterminación. Sin embargo, debido a diferentes intereses, esto ha sido más difícil de lo que se
pensaba.
El
Estado Español, en los años 70’ otorgo
el titulo de nacionalidades
históricas a los pueblos catalanes, gallegos y vascos. Junto a esto le otorgó a los vascos
regiones determinadas y regidas por gobiernos autónomos. En el discurso de éstos actos está la buena voluntad del gobierno español por
impulsar la pacificación del conflicto y al mismo tiempo dar autonomía a los
vascos. Sin embargo, en la práctica es
todo lo contrario, los vascos siguen sin ser reconocidos como pueblo y éste
otorgamiento territorial, dividido en dos regiones (Euskal Herria-País Vasco y
la Comunidad Foral de Navarra) ha desbordado en una fórmula separatista del
pueblo vasco, implementado políticas segregacionistas
y reduccionistas que solo han
generado un conflicto entre los
vascos. Con ésto los partidos políticos del estado Español como el Partido
Popular y el PSOE han difamado a la
izquierda Arbetzale de separatista, cuando en los hechos es el
Estado dominante quien impulsa dichos actos, que al final propician una economía bélica dirigida por la Unión
Europea.
En
los hechos el Estado español dividió las
naciones sin Estado, dentro del Estado español, y éste acontecimiento quedó
enmarcado jurídicamente en la Constitución de 1978, donde no hay ni un artículo
donde se señale la autodeterminación de los vascos. Sino todo lo contrario, en
dicha constitución se consagra al Estado
español en un único pueblo, el español, y no un estado plurinacional como se
había proyectado en el dialogo durante
la transición a la democracia,
después de la dictadura, entre la izquierda española y los grupos nacionalistas
y socialistas vascos. A pesar de que la
lengua euskera es reconocida como oficial en las regiones autónomas de Euskadi,
no es reconocida en la constitución española, por lo que el pueblo vasco al depender del Estado
español se ve obligado a ir abandonando su lengua para poder desarrollarse
dentro de la dinámica del capitalismo.
En general, ambas autonomías no responden al proyecto
de un único pueblo vasco. Las leyes y
las instituciones dictadas por el Estado español profundizan, la división
y dificultan el camino hacia la autodeterminación de los vascos. Un caso que podemos señalar es la existencia
de una policía en la Comunidad Autónoma del País Vasco – Euskal Herria, dicho
cuerpo jurídico es preparado, entrenado
y armado desde la Guardia Civil Española,
por lo que comparten y trabajan en conjunto dentro del territorio vasco.
En la práctica dicha policía
-integrada por vascos- se forma
para implementar un control de
población, represión selectiva, entre
otras tareas de espionaje, que reportan al Estado español. Como respuesta a la instauración de una
guardia civil se dan los brotes de la Kale borroka (lucha
callejera) integrada por jóvenes
independentistas.
En
síntesis, estamos hablando de dos formas de ver la autonomía concedida por el
Estado español. Una parte de los vascos ven en
la presencia de un cuerpo policiaco y el
Estatuto de autonomía del país vasco, una forma de autodeterminación; pero para
otros, dichas políticas son una forma separatista y represiva que no llevan a ninguna
determinación sino todo lo contrario: a una dependencia del Estado español,
alejándose más de las aspiraciones autonómicas que llevarían a la
independencia. Y desde hace tres
décadas, se ha usado la violencia desde
ambos bandos para defender sus posturas, propiciando el enfrentamiento y la
polarización. Sin embargo, debo recalcar que es la violencia del Estado español
la primer forma de terrorismo que se da en la región, como consecuencia tenemos
una sociedad con miedo, frustrada y
dividida.
Éste
fue el escenario durante los últimos treinta años. Las cosas han cambiado
en la última década.
V.
Después de la instauración del
modelo globalizador en todo el mundo, el
surgimiento de la Unión Europea y otras formulas homogeneizadoras, se dieron
como respuesta diversas formas de resistencias
antisistémicas en todo el mundo.
En
el País Vasco, desde los años 80’s se había
formado el Movimiento de Liberación Nacional
Vasco, inspirados en los movimientos anticoloniales de dos décadas atrás, como fue el caso de
Vietnam o Nicaragua. En el MLNV se agruparon la izquierda abertzale y en un principio
brazos armados de ETA, sin embargo al paso del tiempo se fue disolviendo el MLNV y como resultado se fraccionó lo que pudo
haber sido una coalición que armara un bloque frente al estado español.
En
la actualidad existen diversas
organizaciones tanto nacionalistas como socialistas que representan al pueblo vasco.
En
la izquierda abertzale, se agrupa la
ilegalizada Batasuna, Aralar, Kale Borroka, Herri Batasuna, Bildu, entre
otros. En la fracción nacionalista está
el Acción Nacionalista Vasca, la Unión del Pueblo Navarro y el más importante y
representativo el Partido Nacionalista
Vasco.
Para
poder entender la actual situación del conflicto necesitamos diferenciar a cada uno de estos grupos políticos y
reconocer que sigue habiendo una
violencia del Estado español, contra el pueblo vasco. El actual escenario se
plantea desde una nueva organización mundial, donde se ha notado una ligera
supresión del Estado, frente a modelos
corporativos y bloques de
potencias diversificadas reconocidos
como imperialismos en todo el mundo, como el G-8, la OTAN y los recién creados
Bloques asiáticos y Sudamericanos. Por lo que el Estado empieza a perder
terreno frente a fórmulas aun más homogeneizadoras y represivas.
Sin
embargo, desde abajo los vascos se han empezado a reorganizar y empiezan a inclinarse por una lucha hacia la independencia, han
comenzado a ver en la autonomía una camisa de fuerza, que se ha convertido en
una herramienta de la Unión Europea para limitar su derecho a la
autodeterminación y formación del
Estado-Nacional del País vasco.
Este
proceso se da en el marco de la crisis del capitalismo y el modelo neoliberal del 2008 2
y por lo tanto de las fuerzas políticas que lo sostienen y defienden, en el País Vasco el PNV, que ha gobernado la región durante los últimos
30 años junto con ANV y el Partido Socialista de Euskadi, están perdiendo
fuerza y representatividad popular frente a la recién creada alianza izquierda abertzale encabezada por Bildu, partido que reivindica el reconocimiento del
pueblo vasco y su autodeterminación, la independencia, desde el nacionalismo
vasco y la izquierda, la euskaldinización y una democracia participativa. Bildu
está integrada por Euskol Alkartasuna y
Alternatiba, brazos políticos de la abertzale Herri Batasuna y
Batasuna. Los vascos se han
identificado con Bildu y muestra de ellos que
en las pasadas elecciones de 2011, Bildu
obtiene el 30% de los escaños en el parlamento de Navarra y de Euskal
Herria.
El
ascenso de la izquierda abertzale es causa de los procesos por los que han
pasado los grupos independetistas, al ser ilegalizados por Madrid. Recordemos
que a principios del siglo XXI el Partido Popular y el PSOE firmaron la Ley de
Partidos. Inmediatamente ilegalizaron a Batasuna relacionándolo con ETA, siendo
un partido que representaba al 10 % de los vascos. Y sucesivamente se dedicaron a ilegalizar
partidos por estar relacionados con ETA. Debemos resaltar que si PSOE no firmaba tal
Ley, no hubiera ganado las elecciones
que hasta el día de hoy mantiene a
Zapatero en el poder.
Frente
a este panorama ETA en el 2000 anunció una tregua de un año, a cambio de que el
gobierno español demostrará intención de
dialogar y acordar procesos de independencia en la región euskera. Este hecho
se da en el marco de la aprobación de la Legislación antiterrorista, que entre
otras cosas legalizaba las detenciones preventivas de cinco días a posibles sospechosos
de terrorismo contra el Estado español, hecho que viola los derechos humanos.
Los casos de tortura y detenciones ilegales se dieron a conocer, y ETA rompió
la tregua.
El
paso que le tocaba al gobierno español no lo dio, los oídos sordos estaban en Madrid y la respuesta a la tregua fue más violencia
contra el pueblo vasco y la ilegalización de más partidos de la izquierda abertzale.
Ahora
sentirse y defenderse como vasco ya no solo atentaba contra la unidad del Estado español, sino contra
la Unión Europea.
Frente
a nuevos brotes de violencia en ambos bandos, el gobierno autónomo vasco promueve un nuevo estatuto de autonomía que
fue aceptado por el parlamento español en 2003, sin embargo, para las
condiciones reales dicho estatuto no
atiende las peticiones de la mayoría de los vascos, la autonomía se
empieza a quedar chica frente a las aspiraciones del pueblo vasco para
determinarse como nación y participar en
los diversos frentes de la economía
global como Estado-Nacional vasco y no a
través del Estado español o francés.
El
estatuto del 2003 señalaba que “… se
otorga al pueblo vasco a ser consultado para decidir su futuro…” “… se
permitirá la anexión libre de las provincias vasco francesas y navarras a
Euskal Herria…” Sin embargo, el pueblo vasco denunció ya no desear ser
consultado para escoger las pocas opciones que le dejaba el Estado español,
sino que quería empezar a generar las
opciones como nación vasca. Por otro
lado, a pesar de que se reconocería la
anexión libre de las regiones vascas a Euskal Herria, es políticamente
imposible, ya que una de éstas regiones pertenece al Estado francés y es en
éste donde no existe la mínima intensión de darles su independencia ni reconocer dicho territorio como parte de un
pueblo vasco que ni siquiera acepta como tal.
VI.
ETA fue en la época de los 70’s una organización armada
revolucionaria, que se vinculaba al sentir del pueblo vasco. Los ciudadanos vascos veían en ETA una oportunidad
para lograr lo que se vio frenado por el franquismo: la autonomía del pueblo
vasco. No podemos restarle el valor que tuvo ETA para que en 1979 se lograra el
estatuto de autonomía, sin embargo debemos señalar que tras la ruptura interna
de ETA, se desató una violencia desmesurada contra miembros activos de la
izquierda arbetzale, nacionalistas
parlamentarios, periodistas y sociedad civil vasca, actos que fueron condenados
hasta por los cofundadores de ETA y que posteriormente se sumarian a la actual
Aralar, como es el caso de Julen de Madariaga.
Al principio ETA realizaba
actividades de propaganda de la cultura vasca, una euskaldinización del pueblo vasco frente a la castellanización
de la región. Cuando se vieron
reprimidos por el Estado español, se
sumaron a la lucha política y al ser ilegalizados recurrieron en última instancia al campo
militar, pero siempre sobreponiendo las ordenes políticas a las militares,
posteriormente se invirtió esta situación y el resultado fue una ETA
despolitizada y no vinculada con la
mayoría del pueblo vasco.
VII.
Debo resaltar que el primer
terrorismo y el más peligroso que se desata en un conflicto
étnico es el del Estado de la nación
dominante; en éste sentido y como consecuencia en Euskadi existe un alto número
de presos políticos, tanto etarras como
no etarras, que son vinculados con ETA o las izquierdas ilegalizadas.
El
gobierno español ha mantenido e
implementado una política de
criminalización y como resultado se realizan detenciones arbitrarias, a los presos se les violan sus derechos humanos y a pesar de que
organismos como Amnistía Internacional y
la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, han recomendado reflexionar y corregir esta situación, el Estado
español ha mantenido una postura reacia.
Los presos vascos son detenidos y torturados, obligados a comparecer frente a
un juez sin un abogado presente, entre otros actos que minan sus derechos.
Frente
a este nuevo escenario, se postran dos posibilidades que pueden desbordar en
una solución al conflicto, la lucha por la independencia desde el parlamento
vasco y la movilización social o el
resurgimiento de fuerzas violentas por
parte de Euskal Herria, que enfrente la violencia del Estado español, que
vuelvo a señalar, es la primera y más cruel forma de violencia que se ha dado
en la región.
VIII.
Es inevitable y como causa de la
lucha de clases, que las formas de resistencia se diversifiquen en varios
flancos y uno de ellos es la violencia, en todo caso esta violencia debe estar
conducida, en mi opinión, para ser
sometida a la actividad política por delante; la violencia debe ser una forma
defensiva y no ofensiva.
Los vascos han demostrado estar en contra de la violencia del
terrorismo, y hoy ya no es posible que
sea a través de la vía violenta el triunfo de la independencia. No niego que la violencia sea fundamental
para luchar contra los imperialismos, sin embargo, resalto que antes de pasar a
la vía armada, se deben desgastar las vías democráticas o parlamentarias
y las movilizaciones sociales.
Las
nuevas generaciones de vascos han demostrado tener la voluntad de acercarse a procesos pacíficos, siempre y
cuando se respete el derecho a la autodeterminación, como vía para la
Independencia de Euskadi. Este hecho
debe ser reconocido tanto por el estado español y el francés, y deben empezar a poner de su parte para
mantener a distancia toda forma de violencia que polarice la región. El triunfo
de Bildu frente al PNV, PSOE, PSE, ANV y otros grupos políticos españolistas, es una muestra de ello.
En éste
sentido tal vez es el momento para que
ahora se dé la reafirmación identitaria de los pueblos, ya sea como vasco, galés, catalán, escocés,
lander, una posibilidad a generar
Estados plurinacionales que se adelanten
por mucho a los ya desgastados modelos Estado-Nacionales que limitan el
desarrollo de los pueblos europeos.
Siempre basándose en las particularidades étnicas de cada pueblo-nación.
En
el caso de Euskadi, desde mi punto de vista, debe quitarse esa camisa de fuerza
llamada autonomía, y pasar al terreno
de la lucha por la independentzia,
ocupando todos los frentes que posibilite el triunfo del pueblo vasco, desde el
parlamentarismo electoral, y de ser necesario la vía armada, siendo ésta última
un derecho constituido de los pueblos del
mundo para defenderse y consolidarse
como nación, con o sin Estado.
Conclusiones.
Considerando el contexto arriba
mencionado y las condiciones que se están generando en Euskadi, es pertinente
cuestionarnos acerca de las posibilidades y las
realidades en el discurso por la independentiza
y la autodeterminación de los
euskaldinos.
Los
vascos, al igual que el resto del mundo están viviendo un proceso de crisis
económica mundial, que posiblemente
desborde en una crisis social
globalizada, desatando revueltas mundiales, sin olvidar la crisis moral
y cultural por la que se atraviesa, sobre todo en las sociedades
potencializadas como las que integran el G-8.
Quieran o no, los vascos viven en una región dominada por la Unión
Europea, y en la actualidad no solo se enfrentan a dos Estados
–Nacionales, sino a una sociedad de Estados (UE) integrados y alineados a los
intereses de grupos financieros como el FMI y el BM. Por lo que pensar en otra forma de autonomía, o en la misma independentzia, va en contra de la
unidad tanto del estado español y francés como de la Unión Europea.
Si
Euskadi se independiza da un golpe en Europa, que resonaría en la Europa de los pueblos, y es posible
que de un ejemplo a los Bretones, Corsos, galeses, escoceses, y muchos pueblos
más sometidos a la mayoría de una nación, señalaría cómo sí es posible no solo la autonomía, sino
también la independencia; entonces ¿Dentro del marco establecido por la UE, es
posible que a Euskadi se le otorgue su independentzia como Estado-Nación?
Los
imperialismos del mundo aprendieron lo
peligroso que fue Cuba como posibilidad en 1959 en Latinoamérica.
Hasta
el día de hoy la mayoría de los vascos han demostrado tener una férrea voluntad
de pacificación y diálogo para lograr su autodeterminación como pueblo, tanto
histórico como lingüístico. ¿Cuándo tendrá la misma voluntad la UE, el Estado
español y francés para dialogar y escuchar al pueblo vasco? Responder nunca,
a ésta pregunta desataría nuevamente una ola de violencia por parte de ETA, y
nuevamente habría kale borrokas y movilización social. Si, la UE aspira a la
unidad de Europa, debe integrar en su concepto de unidad a los pueblos históricos de Europa y empezar a considerar que éstos también
existen y merecen autodeterminarse como
pueblo-nacional.
Citando
a Jose Antonio Ardanza del PNV, los
españoles deben entender que “… España no es un estado de una única nación,
es un estado plurinacional que debe realizar un pacto entre naciones para conformar
una forma de estado de naciones. Pensar
en España como una única nación es pensar en Castilla ampliada…” En efecto
la afirmación de identidad de los
individuos es fundamental para lograr
las aspiraciones tanto de las mayorías nacionales como de las minorías
Los
Vascos - como nacionalistas, vasco-españoles - son un pueblo-nación que tiene una identidad
cultural milenaria, pero también múltiple.
Afirmar la identidad desde la colectividad por sobre la individualidad ha posibilitado mantener una unidad cultural
y lingüística. Es pertinente que en el campo del parlamentarismo los
nacionalistas lleguen a un entendimiento con los socialistas, cerrando filas
frente a Madrid para que no pueda
intervenir con sus intereses en Euskadi.
Entonces,
considerando lo anterior ¿pueden los vascos conquistar su independencia? A pesar
de que aun hay quienes creen que con la autonomía basta, las mayorías dicen que
sí se puede, y esto se fundamenta no solo en el derecho universal a la autodeterminación
de los pueblos, sino que culturalmente los vascos no pertenecen al españolismo
y el francesísmo. Todo lo contrario es la sociedad española la que ha recibido
influencia del pueblo vasco. En éste sentido
se debe dejar a la sociedad vasca expresarse libremente sobre si es
deseable la independencia o mantener los estatutos de autonomía. Porque no se
trata de un separatismo global, los
pueblos del mundo pueden estar unidos en el entendimiento del mutuo respeto a
su autodeterminación.
La
frustración, el miedo, la segregación pueden tener fin cuando la
ciudad vasca exista no en estatutos ni en discursos, sino en realidades, cuando
Euskal Iria (Ciudad Vasca) sea una
posibilidad, sea la conquista del pueblo vasco, cuando España y Francia dejen el libre camino a la autodeterminación,
entendiendo que Esukadi no son tres
territorios divididos por el Estado español, sino uno solo, y ni fronteras ni
reglamentos pueden evitar que la identidad se pierda entre los euskaldinos de
Euskal Herria.
*La información utilizada para el presente ensayo se obtuvo del documental dirigido por Julio Medem (2003) La pelota vasca, la piel contra la piedra. Euskadi, Madrid. España. Francia.(Entrevista) Alicia Produce, S.L.. 1’55:00, 2011/06/02
1 López y Rivas Gilberto Antropología. Minorías étnicas y Cuestión Nacional. 1986 P. 52
2 Considero que la crisis actual que ha repercutido en el mercado mundial inicia en 2008 y hasta el momento no ha tenido salida alguna. Los pueblos nacionales y las clases trabajadoras son los más afectados y la política neoliberal europea ha implementado formulas económicas para detener el impacto, sin embargo, estas medidas están dirigidas para que los sectores más vulnerables paguen la crisis mundial. Como consecuencia de esto se han dinamizado movimientos sociales que resisten las imposiciones del capitalismo de la Unión Europea, como los Indignados de España en la actualidad.
BIBLIOGRAFIA
CONSULTADA
Apalagtegui, Jokin
1986 Los Vascos de la Autonomía a la Independencia. Ed.
Txertoa
Arenillas, José
Luis y José María Arenillas
1981 Sobre
la cuestión nacional en Euzkadi. Ed. Fontarama
Capotorti,
Francesco
1991 Estudios sobre los derechos de las personas
pertenecientes a
minorías étnicas, religiosas y
lingüísticas. ONU
Espinosa,
Esteves y Orello
1996 Historia de Euskal Herria. Txalaparta,
Tafalla. 3 Tomos
Pérez
Sádaba, Vicente
1987 Euzkadi.
El proyecto nacional y social de los vascos.
1988
Ediciones W. Schultz
VIDEOGRAFIA CONSULTADA
El proceso de Burgos, 1979.
Dir. Imanol Uribe
Proceso
a ETA, 1988
Dir. Manuel Macia
La
pelota Vasca, la piel contra la piedra.
2004 Dir. Julio Medem
Asesinato
en febrero, 2001 Dir. Eterio Ortega
ARTÍCULOS CONSULTADOS
Autonomía y derecho de
autodeterminación: el caso del País Vasco.
Jone Goirizelia*,
Alteridades, 1997. Año VII. No, 14. Págs.: 55-67
*
Diputada del Parlamento Vasco
No hay comentarios.:
Publicar un comentario