Debo encontrar esos senderos que me conduzcan por nuevos
lugares, donde tu imagen no se mezcle con las actuales, donde tu recuerdo se
quede abandonado muy en el fondo de mi cabeza, como algo lindo y viejo que se
quiere conservar, pero que no se quiere volver a sacar jamás.
A veces pienso que el mundo viaja suspendido, flotando como
una idea en la cabeza de un ser superior.
Doy una bienvenida a este impulso libertario que vuelve a
mí, cuando, una vez más, me dispongo a olvidarte… ¿Cuántas veces serán la última
vez?
Déjame envolverte con la suavidad de un pétalo terciopelo, inundarme de tu esencia, enredarme
en tu cabello. Déjame deslizar un dedo entre tus senos y luego abrazar tu
vientre. Tus labios sulfurando rojos, ardiendo con el calor, color de la
sangre. Déjame, pues, deslizar mis labios por tu piel, besar esa zona, entre
cuello espalda y hombro, ahí, donde estalla una galaxia.
M.M,í…
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