“Contra el racismo y la intolerancia”
es un tema usual en la actualidad. Nos
gusta hablar de igualdad y buenos valores. “No discrimines” gritan unos, “no
seas racista” dicen otros. A veces se usan estas frases con demasiada
liviandad. Pregonándolas aquí y allá
Discriminar no necesariamente es malo, tampoco es bueno. Depende de las
capacidad de criterio que tiene cada individuo para juzgar una situación de
acuerdo a lo que se ajuste a sus fines. No creo, si tenemos una empresa, que se
desee conservar a 5 empleados que trabajan mal, echan a perder producto, maltratan al cliente, tienen retrasos, son
negligentes y, por si fuera poco, estorban; cuando bien se pueden tener tres
empleados pero con compromiso y responsabilidad, lo cual además de ahorrar en
salarios, genera ganancias. No desperdician material, tratan bien al cliente
generando más venta, y además tienen buenas ideas que ayudan al
desenvolvimiento del negocio.
Yo indudablemente discriminaría aquellos que no sirven. Es un tipo de discriminación
muy básica. Es como si de una canasta de manzanas quitáramos aquellas que no
sirven, que ya están engusanadas o podridas y dejar las buenas. ¿Qué prefieres,
10 manzanas podridas, engusanadas o envenenadas, o dos, nada mas dos manzanas, pero bien
buenas?
Pero el sistema actual, llámese capitalista o neoliberal
(o cmoo les de su
ptua gnaa llralamo)
No hace una discriminación de este tipo, viola derechos humanos
fundamentales para la sana convivencia. Ahora pensemos que las manzanas son
rojas, y en vez de tener manzanas podridas, tenemos manzanas amarillas y verdes
¿Qué haces? …
Ser de otro color no las hace inservibles, simplemente diferentes. Ser
diferentes no los hace inferiores. Digamos que la empresa es una variedad de
manzanas y que hasta las rojas son distintas entre sí. Aunque no seria adecuado
usarlas para la misma receta, tampoco seria conveniente tirarlas a la basura.
Así los distintos individuos de una empresa presentan distinto tamaño, fuerza,
y diversas capacidades. No son iguales, pero sirven, para algo distinto, pero
sirven.
(mtsenae la
iladuagd por el cluo)
Y la mentira más grande que le ha vendido la política mundial a la
población, es la democracia con su falsa idea de igualdad. Los países resultan
que ya no son naciones solidarias unidas por un bien común y colectivo, sino
que son empresas disfrazadas de políticas que entre sí compiten en el juego de
la producción y el consumo, en un incesante intercambio de productos. Aquí,
sólo unos cuantos son los socios y dueños del changarro, y los demás, TODOS LOS
DEMÁS, son sus ESCLAVOS.
Pero la empresa hegemónica, digamos EL
SISTEMA, no aprovecha las manzanas diferentes. Por supuesto ¡VIVA LA IGUALDAD! Las rechaza. Estas
tienen que podrirse en el bote de desperdicio sin que nadie aproveche sus
“saludables propiedades”.
Pero los individuos no son unos
vegetales, tienen vida “inteligente”… (Mejor digamos solamente intelectiva, no
se vaya a confundir con la capacidad de buen criterio). Se organiza aparte para
no quedarse podrida en el basurero.
Es normal, me parece. Es su sociedad, sus reglas y su forma de vida. Pero
si yo no encajo en su sociedad, ni quiero seguir sus reglas porque tengo un
estilo de vida distinto, me parece normal, hasta cierto punto, que me
discrimines. Pero si yo me dispongo a
formar una nueva sociedad, con mis propias reglas, para llevar a cabo mi forma
de vida, no debería ser molestado.
Por supuesto, a la gran empresa, como es una genial administradora, no le
gustan los pequeños focos de competencia, que además implican un punto de
distracción tentativa a sus actuales esclavos y que estos empiecen a titubear al momento de seguir las
reglas.
A donde vas idiota, aquí eres libre, eres IGUAL a todos y
por supuesto, TU DECIDES lo que ellos quieren q tu elijas.
Los otros, los diferentes, son ponzoña, un germen que hay que eliminar.
O en el mejor de los casos, incluirlos, aceptarlos, que sean parte de
nosotros, por supuesto, tendrán que capacitarte para ser normal, quitar toda
aspereza o símbolo que te haga diferente, para que entonces puedas ser igual y
te les unas. ¡Viva la igualdad, viva la democracia!
Hasta aquí esta nota, pero los espero la próxima semana, donde entraremos
en discusión sobre el racismo, que también es una forma de discriminación. Todo
acto de racismo es discriminar, pero no toda discriminación es racista…
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