ideas

Las ideas flotan en el ambiente. Los humanos, con su pensar, las atraen. ¿Nunca te ha pasado? Vas por la calle caminando tranquilamente, pensando en cualquier cosa, y de repente ¡bravo! Chocas con una idea. Allí están y no vendrán si no te pones a pensar.

Es inherente el pensar, no lo podemos evitar, a menos que quedemos en un letargo pantanoso. Y si no quieres quedarte con los pies enfangados, será mejor que te vuelvas un imán de ideas. Ya veras que la resaca se manifiesta con una presuntuosa vanidad intelectual. No te preocupes, dos pastillitas de realidad, y volverás a la humildad de percatarte que ahora sabes menos que antes, porque entre mas conoces, mas evidente se vuelve tu ignorancia.

Ahí están flotando, sobredosifícate.