La
inversión extranjera no sólo tiene puertas abiertas en los temas de energía y
telecomunicaciones, también en materia de seguridad. Se abrirán nuevas
prisiones, 10 para ser exactos. Que curioso, mientras en EU con 5 millones de
habitantes, tienen el 25% de la población encarcelada, en México nos sobran
delincuentes.
Tal parece
que la mentalidad de la gente que opera el país se mueve con una serie de actos
que pretende contrarrestar lo ya sucedido, en vez de aplicar programas que
busquen prevenir ese tipo de actos. De nada sirve abrir nuevas cárceles si en
10 o 15 años se necesitara duplicarlas. Se necesitan programas que prevengan la
delincuencia, no que la pretendan
castigar con encierros que no son una solución real al problema.
Al nivel en
el que estamos, los delincuentes actuales no son victimarios, sino victimas.
Sí. Solemos tachar al delincuente como alguien que merece un castigo, que
dependiendo de la gravedad, puede merecer incluso la pena de muerte (o incluso
algo peor). Pero hay que detenernos un momento a reflexionar, como buenos seres
pensantes, en el por qué de ese comportamiento hostil, tan desdeñable para el
anhelado orden social.
Solemos
enjuiciar al individuo en específico que comete el crimen, pero este individuo
forma parte de un sector de la masa social, un sector que puede ser estudiado
para sacar las conclusiones pertinentes para modificarlo de manera positiva. A pesar de considéralos en algún nivel social
más elevado como victimas, siguen siendo criminales que merecen un castigo,
pero un castigo que los ayude a corregir su actitud, no que les haga tomar mas
odio que se traduzca en mayores represalias sociales.
Hay que
trabajar con los niños de las futuras generaciones, rescatar a los más
vulnerables, los que viven en sectores de pobreza y pobreza extrema, los que ya
han crecido dentro de círculos delincuenciales, los llamados “niños problema”.
Se comete un error al excluirlos, al señalarlos, al castigarlos públicamente, o
expulsarlos y negarles la educación en sus primeras muestras de “desobediencia
y rebeldía”. Con eso les decimos: “anda, no te queremos en nuestra sociedad y
tampoco te dejaremos en paz si no vives a nuestra manera, ve y se un
delincuente”.
Necesitamos
ser más inteligentes para manejar este tipo de problemas y poder convivir con
ellos con la tolerancia suficiente y la astucia necesaria para corregirlo
paulatinamente hasta que desaparezca.
No se si
piensan que por militarizar el país y reforzar los aparatos policiales (que por
cierto son cada vez mas corruptibles) para presentar cada vez mas detenidos,
acaban con la delincuencia, cuando en realidad es lo contrario. Si cosechas más
calabazas es porque sembraste más semillas, y además propiciaste las
condiciones para que crecieran fuertes y grandes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario