By NiHiL
La madre naturaleza tarde que temprano se cobrara todo lo que ha hecho por nosotros y con grandes intereses por el grave daño que le hemos infligido. Solemos creer que el dinero es algo tan valioso que podemos comprar a la naturaleza misma y profanar sus ríos, sus mares, sus arboles, sus montañas, su fauna y su flora, que tenemos el derecho de deteriorar el entorno natural que nos rodea. ¿A cambio de qué? De activar la economía, de una supuesta mejor calidad de vida, o simplemente para “modernizarnos”. Creemos que aquel que va al río con un balde para recoger agua esta más “atrasado” que aquel que solo abre la llave de su casa para obtenerla. Esto es una idea bastante errónea.
La vida vale vida. La naturaleza es vida. Nuestras rocas, tierras, cielos, montañas, metales, todo eso, así en bruto, o como yo lo consideraría mejor, en su forma de santuario, es vida. Tenemos que aprender, con todo y la súper avanzada tecnología a convivir con la naturaleza, no a transformarlo y manipularlo para complacer nuestros caprichos de humano progresista. Ni todo el dinero del mundo es capaz de comprar una vida. ¿Entonces porque permitimos esa destrucción tan astutamente disfrazada de bienestar? La tierra es bondadosa, fácilmente podría abastecer a cada uno de sus habitantes a partir de su trabajo propio, eso, si lo recursos más elementales no se hubieran vuelto propiedad privada de unos cuantos. Se ha impuesto un mercado que beneficia a los acaparadores, que son los menos y limita el desarrollo de los que menos tienen, que son los más.
Hoy en día es tan extraño ser o encontrar algo natural, que el asombro que nos provocan nuestras propias raíces vuelve atracción turística a nuestros ancestros y las ruinas de nuestras antiguas ciudades.
En realidad es algo muy parecido al pusilánime que paga por el cuerpo de una mujer para sentirse amado. Puede conseguir sensacional sexo, pero jamás una pizca de amor. Así el “gran empresario” que paga por el cuerpo de la madre naturaleza para sentirse más rico, que la explota para sacarle el mayor ingreso monetario posible, pero en realidad se esta volviendo más pobre.
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