lunes, 1 de abril de 2013

Bolsa de trabajo


By NiHiL

Hacer el bien es cosa del pasado. Antes los niños querían ser bomberos, policías y hasta presidentes. A veces querían ser Superman, Batman o alguna estrella de rock. En el peor de los casos no querían ser nada, eso ya era muy preocupante. Nos decían, anda niño tienes que “ser” alguien en la vida. Yo no entendía bien esas palabras, volteaba a ver mis manos con incredulidad y me preguntaba ¿entonces no soy nada? Yo sólo quería ser como un perro callejero, andarme por las calles sin tenerme que bañar y sin nadie a quien obedecer, libre para ir de un lado para otro.

Pero el objetivo no era realmente “ser alguien en la vida”, sino conseguir la forma de hacer dinero y si se podía sin trabajar, mucho mejor. El dinero es algo que todos quisieran tener, pero que todos saben que es una cosa vil y despreciable. Pero nadie lo desprecia por supuesto. El problema era que se confundía tener un montorronal de dinero con una mejor calidad de vida. Lo curioso es que cuando se es niño la gente grande te alienta a hacer el bien, te enseñan lo que es correcto y te guían en lo posible por el “buen camino”. Por lo menos en México, o por lo menos la parte de México que yo conozco. Pero conforme creces como que se les olvida o no se que pasa, pero todo lo bueno y de altos valores se transforma en hábitos culturales llenos de corrupción. Tener “maña” o “callo” dicen los más avezados, pero estar maleado es lo correcto. Quien no esta maleado simplemente no la hace. “Maleado”. De una u otra forma, si no se esta maleado para atacar y aprovecharse de los demás, uno se tiene que malear para saberse defender y que no le vean la cara por ahí. Conforme creces tienes que ir aprendiendo las oscuras artes de la maldad.

Esto de malearse es verdaderamente un arte y un oficio. Se lo han tomado tan en serio que lo han llevado a niveles realmente altos en la esfera social de nuestra nación. El oficio mas maleado, quiero decir, ya mas concretamente, lleno de maldad, es el narcotráfico. Un oficio lleno de vileza, de ambición, de sed de sangre y de trastornos que gozan con el sufrimiento ajeno. Este oficio se ha vuelto la opción de trabajo más atractiva para los jóvenes. El crimen organizado, en sus diferentes esferas, crea más de 600 mil empleos al año convirtiéndolo así, en la principal fuente de empleos. Hoy los jóvenes no quieren ser doctores ni abogados, para curar al enfermo y defender al inocente, no, nada de eso. Los jóvenes de hoy quieren ser narcos o sicarios, grandes empresarios para tener grandes empresas, o ya de perdiz meterse a la política, ahí se gana bien y no se trabaja mucho. Se queda para los conformistas ser policía o servidor publico, ya si de plano no la hacen en ninguna de esas categorías, cada una con su propio nivel de maldad, la emigración se presenta como ultima alternativa.

Esto no es una broma. Aunque el tráfico de narcóticos o cualquier mercancía ilegal ha existido desde épocas milenarias, hemos llegado al extremo de la burla, el colmo, estamos en medio de una situación irrisoria. Las series televisivas, la propaganda publicitaria, las modas, todo pareciera alentar a ser un exitoso narco. Hasta su santito ya tienen en el oficio, para los que no se atrevían por devotos, San Jesús Malverde esta para velar por ellos. Se obtienen grandes beneficios. ¿Cuidarte de los criminales? No hay que ser absurdo, si tu eres precisamente de quien se tienen que cuidar. ¿Entonces te perseguirán a ti por criminal? No te preocupes, tus aliados más fuertes son lo políticos, te volverás intocable. ¿Líos con los policías? Para nada, a ellos los pusieron los políticos precisamente para cuidar que nada te pase mientras cumples con tu leal trabajo. Es el trabajo ideal, cumple todas las expectativas del hombre ideal de la actualidad.  Puedes tener mucho, pero mucho dinero, incluso más que Carlos Slim. Si logras el ascenso deseado puedes ser el hombre  más millonario del mundo. Tu trabajo por lo regular se confunde con la diversión, la fiesta y las mujeres. Por supuesto, degustaras de los mejores vinos y bebidas espirituosas codo a codo con artistas, empresarios, políticos, deportistas, los cuales se convertirán en tus principales clientes. Qué más puedes pedir, dinero, respeto, poder, seguridad. Se que no suena alentador para muchos, pero créanme, para los que buscan “ser alguien” en la vida, es una buena oportunidad para cambiar de empleo.

Yo por lo pronto, si no me vuelvo narco, replanteare seriamente mi idea de volverme un perro callejero.

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