By NiHiL
Hacer el
bien es cosa del pasado. Antes los niños querían ser bomberos, policías y hasta
presidentes. A veces querían ser Superman, Batman o alguna estrella de rock. En
el peor de los casos no querían ser nada, eso ya era muy preocupante. Nos decían,
anda niño tienes que “ser” alguien en la vida. Yo no entendía bien esas
palabras, volteaba a ver mis manos con incredulidad y me preguntaba ¿entonces
no soy nada? Yo sólo quería ser como un perro callejero, andarme por las calles
sin tenerme que bañar y sin nadie a quien obedecer, libre para ir de un lado
para otro.
Pero el
objetivo no era realmente “ser alguien en la vida”, sino conseguir la forma de
hacer dinero y si se podía sin trabajar, mucho mejor. El dinero es algo que
todos quisieran tener, pero que todos saben que es una cosa vil y despreciable.
Pero nadie lo desprecia por supuesto. El problema era que se confundía tener un
montorronal de dinero con una mejor calidad de vida. Lo curioso es que cuando
se es niño la gente grande te alienta a hacer el bien, te enseñan lo que es correcto
y te guían en lo posible por el “buen camino”. Por lo menos en México, o por lo
menos la parte de México que yo conozco. Pero conforme creces como que se les
olvida o no se que pasa, pero todo lo bueno y de altos valores se transforma en
hábitos culturales llenos de corrupción. Tener “maña” o “callo” dicen los más
avezados, pero estar maleado es lo correcto. Quien no esta maleado simplemente
no la hace. “Maleado”. De una u otra forma, si no se esta maleado para atacar y
aprovecharse de los demás, uno se tiene que malear para saberse defender y que
no le vean la cara por ahí. Conforme creces tienes que ir aprendiendo las
oscuras artes de la maldad.
Esto de
malearse es verdaderamente un arte y un oficio. Se lo han tomado tan en serio
que lo han llevado a niveles realmente altos en la esfera social de nuestra
nación. El oficio mas maleado, quiero decir, ya mas concretamente, lleno de
maldad, es el narcotráfico. Un oficio lleno de vileza, de ambición, de sed de
sangre y de trastornos que gozan con el sufrimiento ajeno. Este oficio se ha
vuelto la opción de trabajo más atractiva para los jóvenes. El crimen
organizado, en sus diferentes esferas, crea más de 600 mil empleos al año convirtiéndolo
así, en la principal fuente de empleos. Hoy los jóvenes no quieren ser doctores
ni abogados, para curar al enfermo y defender al inocente, no, nada de eso. Los
jóvenes de hoy quieren ser narcos o sicarios, grandes empresarios para tener
grandes empresas, o ya de perdiz meterse a la política, ahí se gana bien y no
se trabaja mucho. Se queda para los conformistas ser policía o servidor publico,
ya si de plano no la hacen en ninguna de esas categorías, cada una con su
propio nivel de maldad, la emigración se presenta como ultima alternativa.
Esto no es
una broma. Aunque el tráfico de narcóticos o cualquier mercancía ilegal ha
existido desde épocas milenarias, hemos llegado al extremo de la burla, el
colmo, estamos en medio de una situación irrisoria. Las series televisivas, la
propaganda publicitaria, las modas, todo pareciera alentar a ser un exitoso
narco. Hasta su santito ya tienen en el oficio, para los que no se atrevían por
devotos, San Jesús Malverde esta para velar por ellos. Se obtienen grandes
beneficios. ¿Cuidarte de los criminales? No hay que ser absurdo, si tu eres
precisamente de quien se tienen que cuidar. ¿Entonces te perseguirán a ti por
criminal? No te preocupes, tus aliados más fuertes son lo políticos, te volverás
intocable. ¿Líos con los policías? Para nada, a ellos los pusieron los políticos
precisamente para cuidar que nada te pase mientras cumples con tu leal trabajo.
Es el trabajo ideal, cumple todas las expectativas del hombre ideal de la
actualidad. Puedes tener mucho, pero
mucho dinero, incluso más que Carlos Slim. Si logras el ascenso deseado puedes
ser el hombre más millonario del mundo.
Tu trabajo por lo regular se confunde con la diversión, la fiesta y las
mujeres. Por supuesto, degustaras de los mejores vinos y bebidas espirituosas
codo a codo con artistas, empresarios, políticos, deportistas, los cuales se convertirán
en tus principales clientes. Qué más puedes pedir, dinero, respeto, poder,
seguridad. Se que no suena alentador para muchos, pero créanme, para los que
buscan “ser alguien” en la vida, es una buena oportunidad para cambiar de
empleo.
Yo por lo
pronto, si no me vuelvo narco, replanteare seriamente mi idea de volverme un
perro callejero.
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