Las ruinas de la humanidad

Foto: NiHiL   Modelo: Puke

Por Paco NiHiL

La humanidad deja una huella de muerte a su paso. Escombros de un pasado fértil. La humanidad decrece y con sus ruinas queda sepultada toda vanidad. Esfuerzos en vano, verdades sin justificación y justificaciones sin verdad. Una duda existencialista que nos impulsa hacia la vida, pero mantiene cautiva nuestra permanencia a una especie de voluntad divina. Nos creemos seres tan razonables, reciclando ideas que nos confirman una y otra vez que nos dominan los instintos. Somos víctimas de nuestros sentimientos. Nuestra estéril verdad suele depender del estado de animo en el que nos encontremos. Reímos, pero también lloramos cuando nos damos cuenta que aunque hay nuevos y notables hijos, somos las ruinas de la humanidad. Somos los escombros de un legado de discursos, de religiones, de filosofías, de sociedades y culturas. Somos la fragilidad espiritual de este mundo material. Tan vacíos por dentro y en el exterior un entorno que nos devora como una ola en el mar. Nuestra historia es la textura de la memoria colectiva. Nuestras ruinas son los recuerdos que visitamos cuando nos alcanza la nostalgia.