Tomado de: arte-erotico.com
1. Trópico de Cáncer, de Henry Miller.
Entre la autobiografía y la ficción, este libro narra pasajes de la vida del propio Miller. Es célebre por sus detalladas descripciones de escenas sexuales. En los años 60, cuando se publicó en Estados Unidos, causó polémica porque era considerado “obsceno”. Hoy es un clásico de la literatura erótica universal, junto con su secuela, Trópico de Capricornio.
2. Lolita, de Vladimir Nabokov.
Es la historia de la obsesión de Humbert Humbert, un profesor cuarentón, por su hijastra Lolita, quien tiene 12 años. En 1962, el director estadounidense Stanley Kubrick llevó al cine este extraordinario relato erótico y en 1997 el cineasta Adrian Lyne dirigió su propia adaptación de esta controversial novela.
3. Snuff, de Chuck Palahniuk.
Cassie Wright, legendaria reina del porno, decide culminar su carrera batiendo el récord mundial de relaciones sexuales consecutivas con 600 hombres distintos. En una habitación repleta y ruidosa, los señores 72, 137 y 600 aguardan su turno para hacer historia. Pero nada sale como espera...
4. Los nombres del aire, de Alberto Ruy Sánchez.
Es la primera entrega de la saga erótica del autor. Es una exploración del deseo de las mujeres, así como "En los labios del agua" es una interrogación del deseo de los hombres, y "Los jardines secretos de Mogador", una búsqueda de sus encuentros en paraísos fugaces. Los tres libros transcurren en la ciudad imaginaria de Mogador. “Los nombres del aire es una sorpresa. No invención de un lenguaje sino un lenguaje inventor de atmósferas insólitas”, dijo Octavio Paz. Mientras que el periodista Leonardo Tarifeño ha considerado este conjunto de libros como “la mayor saga erótica de la literatura mexicana contemporánea”.
5.Las ninfas a veces sonríen de Ana Clavel
El más reciente libro de esta autora que se ha caracterizado por explorar en su obra las dimensiones del deseo y la sexualidad, es una novela de iniciación que narra el despertar sexual de una adolescente. Comienza con esta frase: “En ese entonces me daba por tocarme todo el tiempo. Fluía. Me desbordaba. Jugueteaba con mis aguas”. Otras novelas de Clavel son: El dibujante de sombras, Las Violetas son nombres del deseo,Cuerpo náufrago y Los deseos y su sombra.
6. Brama, de David Miklos.
András es un hombre de mediana edad con dos grandes problemas: su eyaculación precoz y el sometimiento de su hermano mayor, el violento Béla. El reparto de la herencia familiar provoca que estos hermanos se reencuentren y convivan ahora con Milena, la atractiva esposa de Béla quien antes fue novia de András. Éste intentará aprovechar dicho reencuentro para resarcir sus dos traumas de una sola vez.
7. Rituales del deseo, de Andrés de Luna.
En estas páginas, el periodista y académico Andrés de Luna describe el erotismo de una manera sutil y precisa. Marilyn Monroe, Frank Sinatra, Gustave Courbet, Federico Fellini, Madonna y Jim Morrison, entre otras personalidades, son recuperadas por el autor. Erótica. La otra orilla del deseo (Tusquets, 2003) también reúne varios de sus ensayos.
8. Juegos de alcoba.Usos y costumbres eróticos, de Rocío Barrionuevo
La autora busca trazar un suculento mapa sobre el goce femenino. Con un estilo ligero y divertido que recuerda el tono de la mejor literatura licenciosa, Barrionuevo rastrea obras, autores y referencias sobre los placeres de Venus desde épocas arcaicas hasta nuestros días de orgasmos virtuales.
9. Pornografía. Obsesión sexual y tecnológica, de Naief Yehya.
El narrador y periodista Naief Yehya relata aquí la historia de la pornografía, su desarrollo político, social, estético, tecnológico y hasta semiótico. "Pornografía" da cuenta de cómo la llegada de Internet cambió el panorama cultural del porno, tanto sus formas de consumo como las fronteras de su mercado. Un tema que el autor ha investigado y expuesto en diferentes obras.
Este libro reúne buena parte de la obra poética del autor e incluye varios de sus versos eróticos. Nacido en España y nacionalizado mexicano, Segovia fue “un poeta sumamente sensible, atento al deseo y sus metamorfosis, a sus expresiones carnales”. Las imágenes de sus poemas son especialmente bellas y lúbricas. Éste es uno de sus “sonetos votivos” en los que “intenta fijar los muchos meandros de la actividad amorosa expresada en la sexualidad”.
